Hemos realizado un pequeño trabajo en clase (3º
A de ESO) para tratar de conocer, vía Internet, lo que piensan y legislan las
diferentes religiones sobre el tema de la donación y trasplante de órganos.
El catolicismo: los trasplantes son aceptados por el Vaticano.
Entiende a la donación como un acto de generosidad y amor al prójimo. El
trasplante de órganos de un cadáver requiere la certificación de su muerte y el
consentimiento en vida del donante. Creen que es algo bueno que puede resultar
de una tragedia, porque las familias pueden encontrar consuelo ayudando a
otros.
Ahinara Cardín Berros y Lucía Pontón González
El
protestantismo: hace campaña en favor de la
donación de órganos, dentro de su filosofía de ayudar a los demás en todas las
esferas. Los protestantes entienden como
un acto de amor sublime la donación de órganos de una persona viva a otra que
lo necesita, aunque no se le exige a la comunidad religiosa como algo preceptivo,
Se pronuncian a favor de una legislación que no permita a los familiares de un
difunto negarse a la donación si esa persona en vida había manifestado su
voluntad de hacerlo.
Nieves del Valle y Aida Villazón
El Judaísmo: aunque los religiosos más ortodoxos no aceptan el
trasplante de órganos, en casi todos los hospitales de Israel se efectúan
trasplantes. Los más moderados piensan que si una persona tiene la oportunidad
de donar un órgano, está obligado a hacerlo.
Elena González Valle y Natalia Parajón Montequín
El budismo: muchos sectores y pueblos seguidores de las
enseñanzas de Buda insisten en no tocar el cuerpo de la persona recién
fallecida durante tres días completos, ya que consideran que el proceso de la
muerte no es instantáneo sino gradual y se necesitan de esos tres días para
acceder en las mejores condiciones a su siguiente reencarnación. El lama
Rimpoché dice:”si no cabe ninguna duda de que la persona va a morir en pocos
instantes y ha expresado su deseo de donar los órganos, y tienen la mente llena
de compasión, es correcto que le sean extraídos incluso antes de que el corazón
deje de latir.”
A pesar de lo dicho al principio, el Budismo hace hincapié en la
importancia de que los seres queridos conozcan los deseos del individuo con
relación a las donaciones, con el fin de cumplir sus deseos.
Juan Serrano Prieto y Connor Abanades Kenyon.
Testigos de
Jehová: son miembros de un grupo
fundamentalista cristiano cuya doctrina se rige por la lectura literal de la Biblia. No se oponen a
la donación si se trata de órganos cadavéricos pero se niegan terminantemente
si el trasplante es entre personas vivas.
Sin embargo se oponen a las transfusiones sanguíneas, lo que vuelve casi
imposible en la práctica la realización de trasplantes. Condenan taxativamente el tráfico de órganos.
Pilar Piñera García y Desireé Sánchez González
El
islamismo: la donación es un acto
voluntario y desinteresado que puede provenir de un donante cadavérico o se
puede realizar entre personas vivas si no corre peligro la vida del
donante. Está prohibido el tráfico de
órganos.
Yonairy y Martina.
Los
mormones: la Iglesia mormona es
fuertemente partidaria de los trasplantes, al punto que tiene un departamento
específico para apoyar los avances en esta práctica médica. Se opone al tráfico de órganos y considera que
debe respetarse la voluntad del difunto respecto de la donación. El primer
implante cardiaco artificial se hizo en un hospital mormón. Las comunidades
mormonas se orientan sobre todo hacia el trasplante artificial.
Claudia Valdés
Los Amish. Nada, en la interpretación que de la Biblia hacen
los Amish, les prohíbe el uso de servicios médicos y modernos como la cirugía,
la hospitalización, la anestesia, transfusiones de sangre o la vacunación.
Javier Miguélez y Cristian Madrera
El
anglicanismo: no se ha pronunciado ni a
favor ni en contra de la donación y plantea que cada cual elija en conciencia
si quiere o no ser donante, aunque comparten los principios de la Iglesia Católica. No distingue entre donación a un familiar o a
un desconocido, ya que a ambos los mueve la intención de salvar una vida. Considera aceptable que los familiares del
difunto decidan sobre la donación. No
admite la transacción económica en los injertos.
La Iglesia Ortodoxa: si bien no se opone a la práctica de los trasplantes,
exige el respeto hacia el cuerpo humano fallecido y desconfía de cómo se
manipulan los cuerpos muertos.
Consideran que es una cuestión de la libertad individual de parte del
donante o de sus familiares, y por lo tanto, la iglesia no interviene. De todos modos cada Iglesia local toma las
decisiones según las circunstancias. Así,
la iglesia Ortodoxa de Grecia se pronunció a favor de las donaciones.
El zen: en tanto la donación beneficia a otros seres
vivientes y no perjudica la propia existencia, es aceptada. De todos modos, mantiene el principio budista
de conservación del cadáver por tres días, lo que vuelve imposible la ablación
en la práctica.
El hinduismo: no se
pronuncia frente al tema. En los
hospitales privados hindúes se pueden adquirir órganos, del mismo modo que es
lícito venderlos, aunque mucha gente realiza la donación sin exigir intercambio
de dinero.
Berni ya lo he leído y más o menos a todas las religiones les parece bien el transplante siempre y cuando el donante esté muerto pero me pregunto porque Aída y Nieves tienen 2
ResponderEliminarHola Lucía, se trata de un error que acabo de arreglar. Gracias.
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